Los
mismos suelos de tierra apisonada ya empiezan a ser una especie de pavimento,
pues el espesor compacto de la tierra ya le proporciona una consistencia
superiora la de la tierra suelta.
Pavimentos son también los recubrimientos de
arena, de grava y de cantos rodados, tan típicos en algunos pueblos y ciudades
medievales y modernas. El adoquinado, el asfalto y otras clases de
revestimiento urbano son también pavimentos que facilitan la circulación rodada
y la limpieza de las calles.
En la
casa antigua y rústica se ha utilizado, y continúa utilizándose, la piedra.
Usada tal cual se encuentra u obtenida en cantera, pero también labrada, con
superficies más planas e incluso pulidas. Las calizas —y entre ellas los mármoles—,
el granito, la arenisca y otros materiales se han usado para pavimentos. Pero
las piedras naturales, que nunca se pueden considerar como un material barato,
encontraron un sustituto con las baldosas artificiales de cerámica cocida (e
incluso dejada cocer al sol) y, finalmente, con el denominado mosaico
hidráulico, que no es otra cosa que cemento prensado.
Una variante de esta
baldosa hidráulica es el granito artificial, que es la mezcla de cemento con
granos de mármol y cuya superficie se pule. Derivados de este granito son los
terrazos, granzas en lugar de arenilla, y los encachados de piezas importantes
de piedra aglomerada con una pasta de cemento análoga a la del granito.
Todos
los pavimentos últimamente citados son pétreos, es decir con una consistencia
igual o similar a la de la piedra y gozan de especial predilección en los
países de clima templado, pues su precio es relativamente bueno y facilitan
mucho su conservación y limpieza doméstica. Se reciben en el suelo mediante un
aglomerante y pueden ser objeto de un pulido y barnizado después de colocados.
Tanto los materiales cerámicos cocidos como los hidráulicos tienen como
característica principal la de ser fríos al tacto, por el hecho de ser duros
reverberan los sonidos y si no reposan sobre un perfecto asentamiento del suelo
corren el peligro de romperse bajo un impacto o una fuerza considerable.
En
los países fríos se ha venido utilizando como pavimento la madera, a base de
unos listones acoplados lateralmente, y más recientemente con trozos combinados
a manera de mosaico, o sea, el parqué. La madera es un pavimento cálido,
relativamente blando en comparación con la piedra y, por lo tanto, revela las
huellas de rayaduras, golpes, está sometida al trabajo propio, es decir, se
dilata o se encoje, según que reciba o pierda humedad y, además, está sujeta al
ataque de los insectos y de los mohos.
Las maderas que ahora se emplean para
entarimados o parquets suelen haber sido sometidas a un tratamiento
antiparasitario. Absorbe mejor los sonidos y ruidos que el pavimento pétreo y
es un buen aislamiento, tanto contra el frío como contra el calor exterior.
También
en los países fríos y como sistema para cubrir un pavimento de madera que ha
recibido los ataques de los años, se divulgó un pavimento artificial a base de
aceite y corcho, el linóleo. Que también fue introducido en algunos países
mediterráneos. El linóleo, en vez de colocarse a piezas de mayor o menor
tamaño, ofrecía la particularidad de ser
continuo en longitud y de tener un ancho importante.
Derivados de los linóleos
son los actuales pavimentos plásticos continuos que han hallado una gran
aplicación no sólo para cubrir otros pavimentos deteriorados con el tiempo,
sino propiamente para cuartos de baño, cocinas, vestíbulos y despachos. Estos pavimentos
aun cuando unos son más resistentes que otros, son buenos aislantes y
absorbentes del sonido, pero suelen resistir poco un ascua de fuego, e incluso
son susceptibles a ciertos ácidos y grasas.
Finalmente,
y como un verdadero pavimento, hay que citar la moqueta o alfombra continua en
longitud y también de un ancho importante, tanto o más que el de los pavimentos
continuos plásticos. La moqueta es el pavimento más cálido de todos, es un buen
aislante térmico y tiene un gran poder de absorción de los sonidos.
Tanto
la moqueta como los pavimentos plásticos se unen al suelo por pegamentos. Las
moquetas pueden también colocarse por fijación de clavos o de anclaje en los
orillos de toda su superficie y al pie de las paredes que la limitan.
Estos
son los principales tipos de pavimentos que existen para reformar nuestras viviendas y
cada uno de ellos presenta diversos problemas de mantenimiento, conservación y
reparación a tenor de la índole de cada cual.