martes, 9 de diciembre de 2014

Suelos y pavimentos en una reforma

Pavimentos para Reformas

Una de nuestras especialidades son las reformas integrales de suelos. Aunque, según el diccionario oficial castellano, pavimento es sinónimo de suelo, en los términos específicos de la construcción, el primero se considera casi exclusivamente como un revestimiento del suelo, que le da homogeneidad superficial, contribuye al aislamiento y facilita los trabajos de entretenimiento doméstico.

Los mismos suelos de tierra apisonada ya empiezan a ser una especie de pavimento, pues el espesor compacto de la tierra ya le proporciona una consistencia superiora la de la tierra suelta. 

Pavimentos son también los recubrimientos de arena, de grava y de cantos rodados, tan típicos en algunos pueblos y ciudades medievales y modernas. El adoquinado, el asfalto y otras clases de revestimiento urbano son también pavimentos que facilitan la circulación rodada y la limpieza de las calles.

En la casa antigua y rústica se ha utilizado, y continúa utilizándose, la piedra. Usada tal cual se encuentra u obtenida en cantera, pero también labrada, con superficies más planas e incluso pulidas. Las calizas —y entre ellas los mármoles—, el granito, la arenisca y otros materiales se han usado para pavimentos. Pero las piedras naturales, que nunca se pueden considerar como un material barato, encontraron un sustituto con las baldosas artificiales de cerámica cocida (e incluso dejada cocer al sol) y, finalmente, con el denominado mosaico hidráulico, que no es otra cosa que cemento prensado. 

Una variante de esta baldosa hidráulica es el granito artificial, que es la mezcla de cemento con granos de mármol y cuya superficie se pule. Derivados de este granito son los terrazos, granzas en lugar de arenilla, y los encachados de piezas importantes de piedra aglomerada con una pasta de cemento análoga a la del granito.

Todos los pavimentos últimamente citados son pétreos, es decir con una consistencia igual o similar a la de la piedra y gozan de especial predilección en los países de clima templado, pues su precio es relativamente bueno y facilitan mucho su conservación y limpieza doméstica. Se reciben en el suelo mediante un aglomerante y pueden ser objeto de un pulido y barnizado después de colocados. 

Tanto los materiales cerámicos cocidos como los hidráulicos tienen como característica principal la de ser fríos al tacto, por el hecho de ser duros reverberan los sonidos y si no reposan sobre un perfecto asentamiento del suelo corren el peligro de romperse bajo un impacto o una fuerza considerable.

En los países fríos se ha venido utilizando como pavimento la madera, a base de unos listones acoplados lateralmente, y más recientemente con trozos combinados a manera de mosaico, o sea, el parqué. La madera es un pavimento cálido, relativamente blando en comparación con la piedra y, por lo tanto, revela las huellas de rayaduras, golpes, está sometida al trabajo propio, es decir, se dilata o se encoje, según que reciba o pierda humedad y, además, está sujeta al ataque de los insectos y de los mohos. 

Las maderas que ahora se emplean para entarimados o parquets suelen haber sido sometidas a un tratamiento antiparasitario. Absorbe mejor los sonidos y ruidos que el pavimento pétreo y es un buen aislamiento, tanto contra el frío como contra el calor exterior.

También en los países fríos y como sistema para cubrir un pavimento de madera que ha recibido los ataques de los años, se divulgó un pavimento artificial a base de aceite y corcho, el linóleo. Que también fue introducido en algunos países mediterráneos. El linóleo, en vez de colocarse a piezas de mayor o menor tamaño, ofrecía la particularidad de ser continuo en longitud y de tener un ancho importante. 

Derivados de los linóleos son los actuales pavimentos plásticos continuos que han hallado una gran aplicación no sólo para cubrir otros pavimentos deteriorados con el tiempo, sino propiamente para cuartos de baño, cocinas, vestíbulos y despachos. Estos pavimentos aun cuando unos son más resistentes que otros, son buenos aislantes y absorbentes del sonido, pero suelen resistir poco un ascua de fuego, e incluso son susceptibles a ciertos ácidos y grasas.

Finalmente, y como un verdadero pavimento, hay que citar la moqueta o alfombra continua en longitud y también de un ancho importante, tanto o más que el de los pavimentos continuos plásticos. La moqueta es el pavimento más cálido de todos, es un buen aislante térmico y tiene un gran poder de absorción de los sonidos.

Tanto la moqueta como los pavimentos plásticos se unen al suelo por pegamentos. Las moquetas pueden también colocarse por fijación de clavos o de anclaje en los orillos de toda su superficie y al pie de las paredes que la limitan.

Estos son los principales tipos de pavimentos que existen para reformar nuestras viviendas y cada uno de ellos presenta diversos problemas de mantenimiento, conservación y reparación a tenor de la índole de cada cual.