En los meses de invierno, con la llegada del frío y las primeras facturas de gas y electricidad, es cuando los fijamos más en el consumo energético necesario para mantener un hogar con confort climático.
Es todavía raro ver en España, casa que tengan una eficiencia energética alta (A, B o C) siendo lo habitual una calificación baja debido a las bajas calidades constructivas y la poca atención que se prestaba en la envolvente térmica de las viviendas.
Cambios estructurales para mejorar la eficiencia energética
Se debe empezar diciendo que si se quieren ver grandes cambios es necesario, actuar de forma estructural. Estos cambios muchas veces no solo aplican a una vivienda particular si no es necesario que se actúe de forma global desde las Comunidades de Vecinos, ya que las fachadas son la principal vía de entrada de frío en las vivienda, ya que representan la superficie con mayor transvase energético con el exterior. Para mejorar la eficiencia en este punto, muchas Comunidades de Vecinos se plantean la instalación de un envoltorio en la fachada de SATE (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior ) que permite reducir las pérdidas de energía tanto en invierno como en verano de hasta el 50%.
Cambios que realizar dentro de nuestro hogar
Por otro lado tenemos las reducciones de pérdidas energéticas que podemos mejorar por nosotros mismos. En este punto destaca por encima de todo el cambio de ventanas, por unas de alta eficiencia energética. Estamos hablando de ventanas con doble o triple cristal, con rotura de puente térmico en sus marcos, tambores de persianas aisladas y con mejoras como la inyección de gas inerte en las cámaras entre los cristales que reducen las pérdidas energéticas por las ventanas en hasta un 80% respecto a una ventana convencional.
Trucos o consejos para mantener la casa caliente
Por último tenemos aquellos pequeños trucos o consejos que nos permiten pequeñas mejoras y un mayor confort climático. En este punto podemos destacar la instalación de burletes en puertas y ventanas para sellar las posibles entradas de aire desde el exterior. Otro punto interesante en el uso de cortinas o estores para reducir el frio en los alrededores de las ventanas o el uso de alfombras para aislarnos del suelo.
Por último se debe destacar hábitos como bajar las persianas por la noche, ventilar la casa un máximo de 15 minutos o el uso de termostatos inteligentes que nos permiten reducir la factura energética al mismo tiempo que mantenemos la casa más caliente durante el invierno.