viernes, 20 de mayo de 2022

Ayudas a la rehabilitación de viviendas con Fondos Europeos

rehabilitación de viviendas

El parque de viviendas español, destaca por su antigüedad (más de la mitad de las construcciones son anteriores a 1980) y la poca eficiencia energética de los inmuebles (más del 80% de las viviendas en España tiene una mala nota en el certificado de gasto energético). 

Gracias a la implantación de los fondos europeos "Next Generation EU" se busca rebajar el consumo energético de las viviendas que suponen el 30% de las emisiones de CO₂ y un alto consumo energético para las personas que lo habitan.

En concreto los propietarios pueden optar a estas ayudas, sea primera vivienda o no. El importe de las ayudas obtenidas dependerá del grado de ahorro energético tras realizar una reforma para mejorar la eficiencia energética en su vivienda.

Algunas de las intervenciones que se pueden realizar para mejorar el consumo energético serían:

  • Las ventanas: el cambio por unas más eficientes permiten en invierno, reducir la pérdida energética y verano mejorar la protección de la luz solar.
  • Sistemas de climatización: el cambio por aparatos más eficientes y menos contaminantes, como la bomba de calor o el suelo radiante, permite reducir de forma notable el consumo.
  • Iluminación: El uso de bombillas de tipo led, que consumen mucha menos electricidad, es una de las reformas más sencillas, que se pueden combinar son sistemas de domótica.
  • Electrodomésticos: La renovación de aparatos, como el frigorífico, la lavadora, el lavavajillas o el televisor, por aparatos más eficientes, permite reducir de forma notable el consumo eléctrico.
En el caso de los propietarios de viviendas habituales o pisos alquilados pueden beneficiarse de una de estas dos ayudas:

  • Las viviendas que rebajen un 7% la demanda de calefacción y refrigeración, optan a una deducción del 20%, con un máximo de 5.000 euros por vivienda al año. 
  • Por otra parte, las reformas que reduzcan el consumo de energía no renovable de la vivienda un 30% o mejoren la calificación energética a A o B podrán beneficiarse de una deducción del 40%, con un máximo de 7.500 euros al año.

A estas deducciones hay que descontar las subvenciones directas que pueden ofrecer las Comunidad Autónomas. Además, estas ayudas públicas están exentas de tributar en el IRPF.